miércoles, 13 de mayo de 2009

Homenaje Antonio Vega

Chico triste y solitario
entre llamas y algodón
siempre soñando
en el mundo de los niños,
siempre buscando
el elixir de juventud.

Chico triste y solitario
perdido una tarde de otoño en Madrid
las calles mojadas le vieron crecer
hastiado de cantar
a la luz, a las olas
al silencio descomunal

Al mundo tuvo que contar
hasta perder la voz
que un ángel vino desde Orión
Marga, su ángel,
su alma, su voz.

Llegó la hora de volver
donde se creó la primera luz
junto a la semilla de cielo azul
Antonio ha vuelto
a ese lugar donde nació.